Por qué el rendimiento del tiempo invertido es la clave del éxito

El rendimiento del tiempo invertido es un concepto que a menudo se pasa por alto, pero que puede ser extremadamente útil, tanto en nuestra vida profesional como personal. El tiempo es un recurso igual que el capital, y aunque es casi imposible calibrar el rendimiento y el valor de nuestro tiempo, es posible estimarlo.

En finanzas, el rendimiento se calcula en función de varios aspectos. Ya sea el rendimiento de la inversión, el rendimiento del capital invertido, el rendimiento de los fondos propios, etcétera. Sin embargo, hay otros activos y recursos que no son tan fáciles de cuantificar, en este caso, el tiempo.

¿Qué es el rendimiento del tiempo invertido?

El rendimiento del tiempo invertido es una medida de cuánto podemos producir realmente con el tiempo de que disponemos. Desde luego, no es lo mismo que calcular el rendimiento de los valores nominales. Sin embargo, el concepto es de suma importancia, especialmente entre las startups. Una startup se enfrenta a muchos retos desde el principio. Puede que incluso estén bien capitalizadas y tengan un acceso bastante fácil al capital, pero el tiempo es sin duda uno de los recursos más importantes de que disponen. El rendimiento del tiempo invertido trata de calcular la capacidad de productividad del capital humano.

Retorno del tiempo invertido en startups

Desde los fundadores hasta los primeros empleados de una startup, ser capaz de analizar con precisión cuánto tiempo y esfuerzo se dedica a una tarea concreta y los resultados que se consiguen es quizá el aspecto más definitorio del éxito de una empresa joven. Ser capaz de invertir recursos y tiempo en partes del negocio que realmente generen futuros flujos de caja es crucial. Pero, ¿cómo medimos el rendimiento del tiempo invertido?

Ahí radica quizá una de las preguntas más difíciles de responder, y no hay una respuesta definitiva. Podemos medir el rendimiento del tiempo invertido basándonos en lo que alguien es capaz de lograr en un plazo determinado. Sin embargo, para estimar con precisión el rendimiento del tiempo invertido, necesitamos una muestra bastante amplia. Eso nos permite sacar conclusiones definitivas. Algunas tareas pueden realizarse fácilmente, y otras no. También es casi imposible estimar las ramificaciones y los rendimientos futuros basándonos en el trabajo realizado hoy.

Retorno del tiempo invertido para los inversores

A menudo, los inversores intentan calcular el rendimiento de una determinada inversión basándose simplemente en su valor monetario. Sin embargo, ningún inversor calcula nunca sus rendimientos basándose en el tiempo y el esfuerzo que tiene que dedicar a analizar un negocio concreto.

Los inversores experimentados suelen centrarse demasiado en la capacidad de la empresa para generar beneficios. Sin embargo, hay otras métricas que también parecen ser cruciales para determinar si se debe realizar una inversión. Aunque varía en función del sector concreto y de la empresa que esté detrás, hay formas de evaluar el rendimiento en el tiempo. Por ejemplo, calcular los beneficios en función del número de empleados que tiene una empresa puede ser una forma muy interesante de intentar estimar el rendimiento del tiempo invertido. Hay que tener en cuenta algunos factores, como el modus operandi particular de la empresa y el sector. También hay que analizar si la empresa recurre a la subcontratación o no. Aunque no son muchas las conclusiones que podemos sacar de todo esto, hay algunas pistas.

Una empresa que es capaz de generar una cierta cantidad de beneficios sin subcontratar nada de su trabajo es una gran señal. Un elevado beneficio generado por empleado es también otro indicador positivo. Significa que es mucho más probable que pueda escalar eficazmente. Cuando se compara con alguna otra empresa del mismo sector que está generando menos beneficios por cada empleado que tiene.

¿Qué indica una alta rentabilidad?

Se trata sin duda de un factor diferenciador entre empresas y startups. La razón por la que esto funciona extremadamente bien para el capital riesgo, y las inversiones en startups es el hecho de que un alto retorno sobre el tiempo invertido muestra signos prometedores. Es indicativo de:

• La capacidad de escalar de una empresa suele ser mayor si el rendimiento del tiempo invertido es mayor.
• La dirección y el resto de empleados están organizados y son muy productivos.
• La estrategia de la empresa está bien implementada.
• El capital humano tiene un talento increíble y añade un gran valor a la empresa.
• El proceso de contratación de la empresa y su departamento de recursos humanos son superiores.
• La dirección es capaz de delegar tareas con eficacia.
• La empresa tiene una ejecución estelar.
• Gran capacidad para formar y retener a empleados increíbles.

Todas estas señales, aunque puedan estar sesgadas debido al escaso tamaño de la muestra, son indicadores muy positivos. No sólo para la empresa, sino también para quienes deseen invertir en ella. A pesar de ello, una empresa puede parecer tener un alto rendimiento del tiempo invertido pero no caracterizarse por algunos de los puntos mencionados anteriormente. De hecho, nuestra percepción de lo que impulsa la productividad podría ser errónea. Puede que la calidad percibida del trabajo de los empleados se deba a una gestión excelente y a una gran capacidad de organización.

A veces, el alto rendimiento de la empresa sobre el tiempo invertido también puede reflejar el panorama competitivo de un sector concreto. Dando una impresión errónea sobre su rendimiento real en tiempo. La empresa también puede tener varias ventajas competitivas o fosos, que pueden ser la razón de su capacidad para tener éxito en un período de tiempo más corto. Esto también puede dar una impresión equivocada.

Utilizarlo en nuestra vida personal

El concepto también puede aplicarse a nosotros como individuos. De hecho, parece ser una forma mucho más precisa de calcular el rendimiento del tiempo invertido. Resulta extremadamente más complejo intentar averiguar cuál es exactamente el rendimiento del tiempo invertido de una organización en comparación con el de un individuo. Sin embargo, cuando nos analizamos a nosotros mismos, pueden surgir todo tipo de sesgos que hagan inútiles nuestras conclusiones. Para aquellos individuos que pueden ser extremadamente imparciales en su propia evaluación de su productividad y trabajo, ésta puede ser una de las métricas más importantes para autoevaluarnos.

Retos a la hora de calcular el rendimiento del tiempo invertido

Debido a la complejidad de un concepto tan abstracto como el rendimiento del tiempo invertido, es casi imposible cuantificarlo. Incluso si intentáramos dar con una fórmula, seguiría siendo una forma inexacta de calcularlo. El problema surge al intentar dar con un numerador para la fórmula:

Rendimiento del tiempo invertido = X / tiempo invertido

Ciertamente, diferentes empresas e individuos estimarían su rendimiento del tiempo, basándose en diferentes aspectos. Se podría argumentar que las ganancias y los beneficios deberían utilizarse como numerador. Sin embargo, no sería una estimación exacta del rendimiento. Dado que los ingresos y beneficios futuros también se verían afectados por el tiempo invertido ahora, resulta imposible calcularlo.

Conclusión

Como hemos visto, el rendimiento del tiempo invertido es una métrica que a menudo se pasa por alto. Debido al hecho de que es extremadamente difícil de calcular y evaluar. Sin embargo, es de suma importancia que la conozcamos. Para que podamos intentar aplicar estrategias que nos permitan mejorar nuestro rendimiento del tiempo. Para las empresas, es bastante fácil estimar el rendimiento del tiempo, cuando se calcula sobre la base de un periodo de tiempo muy concreto, y de las tareas implicadas. Puede dar una visión detallada de la hoja de ruta de la empresa hacia el futuro.

Una empresa que sabe lo que hace, a menudo dirigirá sus esfuerzos hacia tareas que acaben creando un retorno monetario por su tiempo. Por ejemplo, aumentar los ingresos, los beneficios o incluso reducir los gastos. Para los individuos, resulta mucho más difícil porque dependemos de nosotros mismos para hacer nuestras propias evaluaciones. Esto deja bastante margen para el error y los prejuicios que pueden entrar en conflicto con la realidad.